Madrid, a 6 de octubre de 2024.
Luis Mateos Díez – Escritor.
Por Rosa María Sánchez de la Vega.
“Cantero, perdió a sus padres, ha sido expulsado de la casa de su tío, porque se siente traicionado por él. Es un joven desorientado y sin voluntad que acaba de conocer a Cirro Cobalto, un personaje que lo maneja a su antojo y que le ordenará extrañas encomiendas. Vivirán junto con otros personajes situaciones que bien pudieran parecer de película, eso sí, disparatadas”.
El escritor nos muestra la vulnerabilidad del ser humano y la capacidad de manipulación de otros muchos.
Luis Mateo Díez, tiene claro que “recibir el Premio Cervantes, tiene mucho de agradecimiento porque es una confirmación a tu obra a lo que has hecho y haces.”
Y añade: “Son tantas emociones que es difícil guardarlas para cuando no estén”
El autor de “El amo de la pista”, reconoce que la dimensión en la que se va a suceder desde el comienzo, es algo que te va a desconcertar, porque no es una historia realista en su totalidad, sino cierto mundo de irrealidades y misterios.
“El protagonista es un héroe del fracaso con una dimensión un poco quijotesca. Porque empieza como en una aventura falsa, una gran aventura en la que parece que no llega a ningún sitio pero en la que hay una expectativa donde le esperan grandes acontecimientos. Como a cada uno de nosotros”. Sostiene el autor.
Temas como “La religión para superar contrariedades y para el entretenimiento y el aburrimiento. Sin que en ningún momento pretenda ser discursivo para convencer a nadie pero que se transmite un poco mi absoluta desconfianza en las creencias y en las ideologías, pero hasta ahí” aclara con rotundidad el autor.
Añade: “La novela contada en primera persona, es una novela de aprendizaje en la vida de un personaje que es joven, que va creciendo y que le pasan estas cosas. Claro, esos son sucesos laterales en los que él se vio involucrado y que tienen el mismo punto de extrañeza que los otros”.
El uso del buen humor: “La variante del humor surrealista extraordinario también, pero hay una vertiente del humor, aclara el autor, que tiene la cercanía de ser no ya la caricatura de algo, sino un poco el contrapeso de alguna situación o de algún comportamiento hecho un poco explosivamente. Esto, lo vemos mucho en esta manía española tan deliciosa de los chistes”
Referente a la muerte y a la pérdida o inexistencia de tus creencias religiosas. El autor reconoce que “siempre he tenido mucho sentido sagrado de la vida, de la existencia y por otro lado no me interesa nada cuando están fosilizadas en iglesias, además de lo duro, durísimo de ciertas aplicaciones de una fe o de una religión a la vida, a los hábitos sociales a los comportamientos a la manera de valorar o a los comportamientos a la manera entender las cosas, a mí; no me interesaba” Sostiene Mateo.
Y añade: “En la escritura, que a mí es lo que más me interesa de la labor que hago como narrador, porque claro, la escritura es un reto, eso de que escribir es descubrir, para mí es fundamental.
Entonces, yo juego mucho con un tipo de escritura, diríamos, bueno, un poco elevada, ¿no? Hablan, a veces los personajes parecen filósofos. Entonces lo nivelo mucho con elementos coloquiales. Y eso, sí, es un juego verbal que a mí me gusta y que lo hago con mucha frecuencia y veo que resulta”.
Y continúa: “Todos los autores que queremos tener algún tipo de conquista particular necesitamos de un espacio, una propiedad donde alojar esos mundos y a mi me ha dado seguridad y me ha hecho sobre todo más prolífico” afirma el autor.
“En ese mundo que yo tengo, cuando acabo una novela pues no tengo que esperar mucho para escribir la siguiente y vuelvo allí, entro y voy a viajar, no sé dónde voy a ir, pero sé que lo voy hacer. Y espero que siga así hasta que acabe”.
“Y ese final, reconoce Mateo, creo que llegará en forma de advertencia de que empiezo a repetirme, porque claro, creo que en el escritor y en el artista en general, uno de los elementos cruciales es el reto de hacer siempre algo nuevo”.
“El humor es como un don, aunque es curioso, porque hay gente en la vida muy interesante que no tiene ni pizca de humor y hay gente muy poco inteligente que tiene y se defiende con un gran humor siempre que no caigas en ser gracioso, que es la deformación del humor” Concluye el autor.