Ricardo Hernández. Escritor y naturalista
Zarza de Granadilla, a 31 de diciembre de 2022
Te puede interesarÚltimo análisis del año y buen momento para resumir lo que ha pasado y las claves para 2023Para aquellos que tengáis conocimiento de las aves silvestres, os resultará familiar el nombre de águila culebrera ya que es una rapaz característica que se alimenta casi exclusivamente de reptiles, principalmente ofidios.
Durante estos últimos años se han realizado revisiones de nomenclatura; tanto de los nombres comunes como de los científicos de algunas especies, intentando actualizarlos taxonómicamente. Una de las aves afectadas, aunque sólo en su nomenclatura común, fue el águila culebrera que pasó a denominarse culebrera europea.
Desde el punto de vista taxonómico tenemos tan solo dos especies que pertenecen al género Aquila. Este género lo componen, en la península; el águila real y la imperial. Sin embargo se consideran también águilas a la calzada y a la perdicera.
Algunos caracteres morfológicos de la culebrera han sido definitivos para excluirla de este grupo mítico de aves. La ausencia de plumas en los tarsos, que en las águilas llegan hasta donde comienzan las garras, la disposición craneal, especialmente la orientación de los globos oculares y la ausencia de unas garras fuertes y potentes orientadas a la caza de aves y mamíferos, son algunas de las consideraciones que han llevado a realizar el cambio de nomenclatura.
Los tarsos de las culebreras están desplumados y aún así la naturaleza escamosa de estos les libra, en infinidad de ocasiones, de la mordedura de los ofidios. Su cabeza, prominente y robusta, presenta una visión predominantemente frontal frente a la visión lateral de la mayoría de las aves y en concreto de las águilas. Esta disposición frontal reduce su campo de visión pero le permite una mayor percepción binocular para detectar a sus, a menudo, inmóviles presas. Su vuelo, de planeo sostenido y prospector, que intercala con cernidos similares a los que realizan los cernícalos y el elanio, la capacitan para la captura de reptiles pero no realiza persecuciones directas de caza como aquellas que llevan a cabo el resto de águilas.
El género Circaetus, al que pertenece la culebrera europea, solo tiene este representante en la península, siendo este grupo más característico del continente Africano que presenta otras especies como la culebrera sudanesa, la pechinegra, la sombría, etc. Su presencia en España y Portugal se debe a un patrón migratorio ancestral que nos brinda la oportunidad de disfrutar de aves, que por su distribución original, no observaríamos más que en el continente africano.