Plasencia, a 9 de abril de 2023
La artista es natural de Plasencia, con familiares en Hervás y estudió comunicación audiovisual en Madrid
Laura HERISTONE ▐ Actriz y directora de cine y teatro
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— ¿Cómo empezaste en el mundo de la interpretación?
— Para mi es una terapia. Es como expresar mi sentimiento, mis emociones, todo lo que tengo dentro, es un respiro. Es una forma de construirme como persona. Es la sensibilidad que el ser humano tiene dentro.
— ¿Cómo empezaste?
— Yo empecé estudiando comunicación audiovisual, en Madrid. Terminé la carrera, pero estaba en una etapa de la vida que no sabía lo que quería. Durante la carrera empecé hacer unos pequeños trabajos y fue donde comencé dando mis primeros pasos. Volví a Madrid a estudiar interpretación y artes escénicas. Estando en la Capital realizando los estudios me di cuenta que yo lo que quiero es ser es artista. Fue donde descubrí que yo me quería dedicar a la interpretación y por eso quiero ser artista. Termine en Madrid y ahora estoy en la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura. Lo que te hace profesional son los conocimientos, la experiencia y sobre todo la profesión. Al final quien nace artista, se hace artista. Aunque lo descubra más tarde. En este caso yo he buscado la sensibilidad de mi arte.
–– ¿Qué has hecho hasta ahora?
— Aquí en Extremadura he encontrado algo dentro de mí que pienso que puede explotar. Aquí empiezo a conocer con más ímpetu el teatro. Tengo varias asignaturas que también me hace crecer en mi interior. Con esta motivación yo empiezo a escribir un texto que es la “Guerra de Lucia”, todo comenzó el segundo año en la escuela. Tras elaborarlo lo envíe a la gente contando mi propia experiencia con el Bullying en el instituto. De hecho lo publique en redes sociales y me sorprendió la gente que me decía que era una forma de ayudar a las personas. Tras la buena crítica en redes sociales entregue el texto para una beca en Cáceres. Era mi segundo año, creía que no tenía las herramientas para enfrentarme a un montaje, era una cosa muy grande. Al final me concedieron la beca y fue un paso, pasar del amateur a lo profesional. Me lance, empecé a pedir presupuestos para el montaje y así comencé poniendo en escena el proyecto de la beca. Y en marzo de este año se estrenó. La obra era LGTB, estas entidades vieron el trabajo y la traslade a varios sitios de Extremadura, lo hice lo mejor que puede. Tuve muy buenos resultados. Ahora escribo otra, tengo otras experiencias y más herramientas, estoy en cuarto y quiero dar lo mejor de mí.
— ¿Que opinión tienes de las administraciones públicas?
Yo estoy teniendo muchos problemas por la juventud y por no ser empresa para poder montar espectáculos. Están hechas para las compañías y no para personas individuales. Otras son para asociaciones culturales y no tienen montante para mis proyectos. Las subvenciones van a gente con experiencia que llevan mucho tiempo. Necesitas puntuación y yo por joven no tengo, pero tengo ya varios reconocimientos profesionales.
–– ¿Se tendrá que flexibilizar un poco las ayudas?
Están geniales para todos, pero la profesión es complicada, todas son oportunidades. Una subvención específica para poder empezar de cero sería genial. Crear alguna nueva o separar la experiencia y no experiencia por proyectos grandes. Hacer dos bolsas, una para los nuevos y otra para los tochos. No puedo competir con compañías que llevan 20 años.
— ¿Qué premios tienes?
A mí me nominaron en Madrid en un festival como mejor actriz protagonista, y luego me lleve el premio a mejor actriz de reparto. Luego aquí en Extremadura me dieron la beca de la Nave del Duende, este año recibí la Auditoría Exprés en el Festival del Teatro Clásico de Mérida. Y el último fue al mejor cortometraje del jurado, en otro festival.
–– ¿Cuánto cuesta montar un espectáculo normal?
— Dinero, yo discuto con mucha gente de mi entorno por el precio. Me dicen que no puedo cobrar mucho por ser joven, y esto no es así. Cada uno cobra lo que cree que vale su trabajo y por sus experiencias desarrolladas. Yo la «No es la guerra de Lucía» la he llevado por unos dos mil euros por los pueblos de Extremadura. Los montajes son muy caros.
–– ¿Algún montaje nuevo?
— Es otra perspectiva, si quiero hacerlo mejor me tengo que gastar unos 12.000 euros para que sea mejor. Es muy complicado. La gente que empieza siempre abarata los montajes y la calidad luego se ve en las representaciones. Hay que invertir y divinizar el trabajo. Montar una obra dura tres meses, cuarenta días de ensayos a dos horas por día. Hay que pagar luego a los actores y técnicos de iluminación y sonido. Son muchos los gastos y pocas las ayudas públicas. Mi talento está ahí.
–– ¿Qué significó para ti «No es la guerra de Lucia»?
— Fue una forma terapéutica, fue la primera obra que yo escribir sobre una experiencia mía sobre el Bullying y el acoso en la adolescencia. Hay muchos conflictos en la obra y como resolverlos. Lo importante es el mensaje que lleva, hay que visibilizarlo. Es un montaje que se debería llevar a los colegios e institutos de la región como ejemplo para evitar estos graves problemas. Y para las personas que luchan por ese daño. Lo más importante es el respeto y empatizar con todos. Lo uní a una etapa de tu vida, fue complicada. Pero ahora se está dando visibilidad y se empieza hablar de los problemas y los daños que se sufren.