Puerto de Béjar, a 28 de abril de 2023
Pepe Blanco Blázquez
TIEMPO ATRÁS un conocido en Béjar me llamó la atención, y no de buenas maneras, para decirme que por qué dije en LA ALDABA que Extremadura tendría que empezar en nuestra ciudad. Cuando se tranquilizó, le argumenté los motivos por los que yo decía esto. Cuando lo entendió, me dijo: Pues sabes que tienes razón. Continué diciéndole que era gilipollas. Con los años que tengo y lo poco que me queda en el convento, no estoy en condiciones de decir tonterías y siempre la verdad.
Hay muchas razones para pensar así. Primero, luchamos por una cosa que nos merecemos y tenemos derecho en Béjar: un hospital de referencia para toda la comarca y ese hospital no llega; o, al menos, nos ponen trabas y echan balones fuera. Repito una vez más y son muchas las que lo vengo haciendo. Coria, Navalmoral, Plasencia lo tienen, estamos en Cáceres. Y nosotros, sobre todo nuestros mayores, haciendo turismo sanitario a Salamanca y perdiendo dinero. Sabiendo las cabezas pensantes que la generación de los 40, 50 y 60 son los que han levantado la España que ahora tienen en sus manos, al menos nos permitan vivir dignamente los últimos años de nuestra vida.
Me decía el amigo Pepe Carrero que, años atrás, le dijo el expresidente extremeño, señor Rodríguez Ibarra, que él quería ser “extremeño” y ”olé”. Motivos suficientes tengo para pensar de esta manera. Últimamente visitó con frecuencia Cáceres y me entero de primera mano de todo lo que se cocina en la hermosa Extremadura. El día 23 de marzo se celebró una Jornada de Fruticultura, en el espléndido y único Centro de Cirujía de Mínima Invasión, que dirige el profesor Jesús Usón, donde me enteré de lo que para mí es Extremadura una vez más. Se homenajeó al presidente de AFRUEX y a varios expresidentes.
Para mí este evento no tuvo desperdicio por la categoría y el lugar. He dicho muchas veces, y no pararé de decirlo, desde que en los años 67-70 trabajé un tiempo en la Presa de Alcántara, que Extremadura es “para comérsela enterita y, si no existiera, había que inventarla”. Yo no soy adivino ni tengo una bolita de cristal, pero preveo para esta bendita tierra un espléndido futuro y… no quisiera equivocarme.
El gran economista y profesor de economía, José Carlos Díaz, piensa igual que este humilde opinador y, en su intervención en la Jornada, nos dio una lección magistral de economía. En esta “fértil” Jornada hubo dos intervenciones que también estuvieron a la altura de las circunstancias. Me refiero a don Miguel Ángel Gallardo, Alcalde de Villanueva de la Serena y presidente de la Diputación de Badajoz, y don Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura. Con estos dos ponentes tuve la suerte de hablar y, tanto el uno como el otro, es gente muy cercana y esto para mí es lo que importa. Creo que para ellos también, porque las personas por delante de todo, antes que las propias ideas. Por lo tanto, “chapo” presidentes…
Termino. No quiero olvidar a un lector de LA ALDABA, vive en la Calle Santa Eulalia de Mérida, que me dice: “Usted, cómo quiere tanto a Extremadura , si no es de ella”. Mi contestación: “Porque no olvido tiempos pasados, y porque quiero y me da la gana ¡Carajo!”