Por Pepe Blanco.
El fondo buitre más agresivo del mundo ya opera en cuatro hospitales públicos de Madrid.
“ELLIOTT”. Este fondo, que acorraló a Argentina, y “carroñea” en deudas públicas y privadas de medio mundo ya lo hace en cuatro hospitales públicos de Madrid: Fundación “Jiménez Díaz”, “Rey Juan Carlos”, de Móstoles, “Infanta Elena” de Valdemoro y “General” de Villalba; centros que pagamos los ciudadanos con nuestros impuestos.
Sucede que estos cuatro hospitales públicos madrileños, junto con más de dos centenares de centros sanitarios, ocupan cerca de 8.000 camas y emplean más de 40.000 profesionales, entre otros activos, y están gestionados por la mayor red sanitaria de España, “Quirosalud”.
Con Esperanza Aguirre se “concesionaron” hospitales públicos a CAPIO por una media de treinta años y entre las cláusulas de rescisión del contrato figuran “razones de interés público”.
¿Cómo es posible que en la sanidad pública madrileña esté presente el fondo buitre “ELLIOTT”? ¿Cómo puede ser que los hospitales públicos de Madrid hayan terminado en las garras de un quebrantahuesos como “ELLIOTT”?
Para entenderlo hay que seguir el rastro de especuladores de todo pelaje, que se han ido pasando de unas manos a otras la salud madrileña, siempre con un mismo gobierno.
Creo que alguien intenta, por todos los medios, desmantelar sistemáticamente una “de las joyas de la corona” de la España contemporánea: la salud pública universal, gratuita y eficaz. Si esto fuera así, quién podría estar casi siempre sano y quién no. Siempre hay gente dispuesta a favorecer estos negocios privados de los amiguetes y patrocinadores; sean estos: residencias de ancianos, servicios de salud, centros de enseñanza, constructoras, bancos, cadenas de supermercados o empresas energéticas. Ahora ningún seguro privado de salud hace una póliza que no suponga un sustancioso bocado mensual a los ingresos de gente mayor.
No nos queda más remedio, a la gente sin recursos, que recurrir a la sanidad pública, por mucha y larga lista de espera, como lo ocurrido a una señora conocida mía. Pide una cita el 15 de mayo de 2024 para traumatología con unas lesiones serias, tiene 78 años y la citan para el 15 de junio de 2025; es decir, trece meses después. ¡Manda huevos!
Es cierto y natural que las cabezas que piensan sepan que la sanidad y la salud es un buen negocio y se gana mucho dinero. “Pues, a ganar dinero” y los que no puedan pagarla que los den… o se mueran…