Béjar, a 19 de enero de 2024
Por Fernando Sáenz de Miera Pastor
Los seres humanos no solemos manifestar nuestras emociones más profundas en público. Por lo general, lo que expresamos es un esfuerzo por dominar esas emociones. Sin embargo en el mundo del teatro, los actores, cuando están interpretando una situación de ira, nos comunican mucho mejor su estado de ánimo cuando vemos y observamos que su esfuerzo por dominar esa emoción de la ira, está acompañado de unos gestos bien gesticulados, de una fuerza en su interpretación, que nos llevan a los espectadores a entrar dentro del texto y del desarrollo de una obra de teatro. En la realidad de la vida, un borracho intenta no mostrarse ebrio conscientemente. Un amante no quiere que se note su pasión por la mujer de su mejor amigo. Se ve más la mezquindad de alguien cuando advertimos su lucha por intentar ser o parecer generoso. Sólo un mal actor tratará de hacer ver al espectador “el cliché convencional”, de estar enfadado, ebrio, enamorado, avaro… etc.
Las emociones de los actores han de estar trabajadas, de acuerdo con las obras de teatro que ponen en escena, no solo como un trabajo individual y personal, donde sus dotes interpretativas tienen la frescura de su originalidad y creatividad, sino también en una relación con el conjunto de los actores, que le acompañan, para transmitir a los espectadores el sentido del texto con el que trabajan: drama, comedia, tragedia, realidad, fantasía, dentro de un contexto histórico o de actualidad.
Te puede interesarLa puesta en escena de una obra de teatro puede tomar mil formas de muchas y muy diversas maneras al realizar una interpretación de conjunto. Una obra clásica, griega, romana, un auto sacramental, etc… se le puede dar un matiz de actualidad en nuestro siglo actual. A una obra histórica, se le pueden añadir escenas de fantasía, no solo en la interpretación de los actores, sino en tiempo, lugar, escenografía… sobre todo de música, sonido, aprovechando todos los medios audiovisuales que tenemos a nuestro alcance. Pienso que a veces con la diversidad y facilidad de medios, se hacen puestas de escena teatrales con escenografía ostentosas, y un tanto grandilocuentes, olvidando que el texto tiene mucha importancia en el mundo del teatro.
Es verdad también, que en nuestra época actual, tenemos una generación cada vez más preparada a nivel de actores e intérpretes ¿Dónde queda aquella época, de “los meritorios”, de aquellos actores, que desde los escenarios buscaban, cualquier hueco o llamada del Director para interpretar pequeños papeles… y eso era toda su escuela y aprendizaje? Sin duda alguna, la interpretación individual en el conjunto de actores de una obra de teatro, siempre seguirá siendo muy importante. La dicción, la vocalización, los gestos, los movimientos de un actor son los que de verdad van a dar un buen juego de emociones a la representación de una obra de teatro y eso añadido a una buena dirección con un buen equipo son los que van a conseguir que el público, que los espectadores salgan contentos de una actuación teatral.
Hoy día infinidad de los grupos de teatro, como los que próximamente, actuarán en nuestro XXVI Certamen en Béjar, que dan comienzo el SÁBADO 27 DE ENERO, suelen traer obras bastante interesantes, comedias, clásicas, con textos de realidad y fantasía… etc. Observo y es agradable como espectador, que a lo largo de estos XXVI años, he visto muy buenas interpretaciones y puestas en escena, complementadas con una buena utilización de los efectos especiales.
Pues amigos oyentes, de nuevo tenemos en nuestro teatro cervantes de Béjar, este XXVI Certamen Nacional de Teatro “Ciudad de Béjar, que comenzará el sábado 27 de Enero. Y le seguirán los sábados 3-17-24 de Febrero.
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Tan solo recordar, que sacando el bono para todas las obras será de 20 euros. Y el precio individual de cada obra, será de 5 euros.